LA DIPUTACIÓN

El magnetismo del color de la obra de Willy Ramos se apodera, de la mano de la Diputación, de las salas del Museo de Arte Contemporáneo Esteban Vicente

Con el color por bandera y estado de ánimo, el artista colombiano afincado en Valencia, Willy Ramos, ha inaugurado hoy en el Museo de Arte Contemporáneo Esteban Vicente la exposición ‘Forjando el color’, que podrá visitarse hasta el próximo 1 de octubre. Acompañado por el presidente de la Diputación y presidente también del Patronato del Consorcio del Museo, Miguel Ángel de Vicente, y por la directora-conservadora del Museo, Ana Doldán, quien ha sido también responsable de comisariar la muestra, Willy Ramos ha dado a conocer en rueda de prensa, antes de proceder a la inauguración de la misma, los detalles de una exposición que, como ha manifestado el propio artista, “trata de contagiar alegría, arrancando pequeñas partes de la naturaleza para ponerlas sobre el lienzo”.

“A diferencia de otras exposiciones de arte contemporáneo, la obra de Willy Ramos es inmersiva y envolvente en sí misma”, manifestaba Ana Doldán, argumentando que “son obras, a pesar de su gran tamaño, muy íntimas, a las que no hace falta acompañar de música ambiente o sonido, ya que, si se presta atención, los propios cuadros dejan escuchar sonidos de pájaros o de agua corriendo”.  

En esa línea se mostraba también Miguel Ángel de Vicente, quien consideraba que “no hay mejor manera que dar la bienvenida a este verano, que parece resistirse a llegar, que con la frescura de las obras de Willy Ramos; con sus múltiples flores de colores, sus jardines tranquilos y también salvajes, con sus humedales y sus ríos llenos de agua”.

El presidente de la institución provincial vinculaba también la última exposición que ha acogido el Museo, ‘Save Our Souls’ de Luis Moro, con la de Willy Ramos, señalando que “posiblemente cada uno de los insectos y artrópodos de la exposición de Moro elegiría un paisaje como los de Willy Ramos para salvar su alma y quedarse en un cuadro a vivir”.

Y es que, si algo caracteriza la obra del colombiano es, además de los lienzos de gran formato, su capacidad de concentrar en ellos pequeños rincones de la naturaleza, plenos de detalles y colores. “Es una pintura que atrapa por sus múltiples matices y que, además contagia alegría, contagia verdad, contagia afabilidad, contagia ganas... contagia muchas emociones y, me atrevería a decir, casi todas, si no todas, positivas”, manifestaba Miguel Ángel de Vicente, después de subrayar que el título de la muestra, ‘Forjando el color’, asemeja la manera de trabajar de un herrero con la de Willy Ramos en su estudio en Calpe; “un lugar en el que se arma de paciencia y de cuidado para dar forma a cada una de sus obras, en cuyo color no falta detalle ni tampoco magnetismo”, puntualizaba De Vicente.

Sonriente, cercano y espontáneo, Willy Ramos recorría, tras la presentación a los medios, los pasillos y las salas 1, 2 y 4, además de las vitrinas en las que se pueden ver algunos de los dibujos y cuadernos de artista que han servido de bocetos para sus cuadros, reconociendo que para él “supone una gran felicidad poder exponer en el Esteban Vicente”. Además, el colombiano, que admitía el poder que el color azul tiene en su obra, ya que era el favorito de su madre, afirmaba sentir cómo el espíritu del pintor tureganense, a quien admira, “da cobijo” a las cincuenta y tres obras que componen ‘Forjando el color’.

Entre ellas, y pese a la fuerza del color en los lienzos que visten las salas del Museo, cobran gran importancia también sus dibujos en pincel y tinta, que ejercen de antesala en los pasillos y que Ana Doldán considera de especial interés dentro de la exposición. “Son la esencia de Willy Ramos”, indicaba la directora, explicándolas no sólo como la manera de Willy Ramos de afrontar la vida y el arte, desde una perspectiva cercana a la filosofía oriental taoísta y la pintura zen, sino también su trayectoria desde que inició sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos, donde luego fue profesor titular durante treinta años, impartiendo la asignatura Proyectos de Dibujo.

Desde que a los catorce años Willy Ramos llegó a España procedente de Pueblo Bello, junto a un fraile capuchino que le transmitió su amor por la pintura, el artista ha ido atravesando diferentes épocas en las que ha ido alternando momentos figurativos con otros más abstractos. Óleos, acuarelas, dibujos a lápiz y a carboncillo forman parte de una colección que acumula más de medio centenar de vida y que ha viajado por todo el mundo; desde España, Italia, Gran Bretaña o Francia hasta su Colombia natal, Chile, Estados Unidos o Canadá, formando parte de exposiciones y ferias como ARCO, ARTBO, Art Toronto, Pinta London, ART Miami o Art Madrid, entre muchas otras.